martes, 14 de febrero de 2012

Ñandejara

Imagina un agricultor que no sabe a dónde llevar la cosecha, un soldado que no sabe para quién pelea, pongámonos creativos e imaginemos dinero que entra al banco y luego el mismo desconoce a su dueño y se va a otras cuentas. La propiedad colectiva es un mito.

Un agricultor que no sabe qué hacer con la cosecha que acaba de recoger termina malgastando su trabajo y el de los demás, un soldado que no sabe a qué ejercito pertenece va a herir a su propia gente y a causar un caos, y si el dinero al entrar al banco tampoco se queda en la cuenta de quien lo deposito hay una crisis bancaria y un caos en la economía y bienestar de un país. No tener un sentido de pertenencia arruina todo, Esta semana en mi programa semanal de radio de música en Ingles (El Show de la Música #1 transmitido por CVC la voz) cambie la dinámica y en lugar de realizar como siempre traducciones del inglés al español, asumí la interesante y divertida tarea de hacer una traducción del Inglés al GUARANI, uno de los dos idiomas oficiales de Paraguay, fue todo un reto pero según me dicen mis amigos paraguayos el mensaje de la canción se entendió y eso ya es bastante. Disfrute la experiencia y en el proceso me conmovió el significado de una palabra: Ñandejara (se pronuncia Ñandeyára)


Ñandejara significa Nuestro Señor, Nuestro dueño. Cuando mis amigos paraguayos se refieren a Dios en Guaraní ellos dicen “Nuestro Dueño” ¡Que buen ejemplo nos dan!


El agricultor pone la semilla y cuida la tierra, recoge los frutos y los vende pero El Dueño de todo, creo las plantas, las semillas, le dio inteligencia al agricultor, envía la lluvia y hace que las plantas crezcan, Ñandejara es el dueño de las plantas, las semillas, la lluvia y el agricultor.

Los soldados representan los intereses de sus países, arriesgan la vida para cuidar territorios, y se supone que cuiden a su pueblo, pero Ñandejara es dueño de los continentes, toda la tierra y los océanos. Para el no hay fronteras ni cercas ni territorios, es dueño de la vida de cada presidente, general, guerrero y ciudadano.

El dinero es papel, una nota que representa una muy pequeña parte de las reservas de una nación en muchos casos respaldado por oro, también representa el trabajo de quien lo gano, representa tiempo y parte de su vida, la gente lo pone en los bancos y allí lo guarda y reúne o invierte, pero Ñandejara es dueño del oro y de la plata, no solo del dinero las monedas y el papel sino de lo que le da valor a esos papeles y metales.

La tierra que pisamos y los frutos que produce, los pedazos de territorio por que los ejércitos van a la guerra y las riquezas que producen le pertenece, El es el Dueño, El es nuestro dueño. No obstante a pesar de todo su poder no es un tirano es amor. Ñandejara te dice a ti personalmente Rohayhu (te quiero, te amo). El dueño de todo te dice que te ama y para demostrarlo en envió a Kirito, o sea Jesucristo en Guaraní, su hijo que vino a la tierra a pagar por tus pecados.

El dueño de todo detesta el pecado porque no nos hizo para pecar, nos hizo para relacionarse con nosotros para que le conociéramos y le amaramos y le siguiéramos y le obedeciéramos, tanto detesta el pecado es decir la desobediencia a Él y su palabra (la Biblia) que la condenación por el pecado es la muerte, y justo por eso vino Kirito, (Jesucristo) El vino a morir en la cruz en lugar de nosotros. Si nosotros le confesamos nuestros pecados y le pedimos perdón al Dueño de todo, al creador del cielo y la tierra El es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad

Como dice Who am I (la canción de Casting Crowns que presenté en Guaraní)

¿Quien soy yo que El Señor de toda la tierra
Sabe mi nombre?...

No se trata de quien soy
Sino de lo que hiciste tú
No se trata de lo que yo hice
¡Sino de quien eres tú!

Y El es Ñandejara, Nuestro Dueño. Amor. Soberano.

Por Carlos Javier Sivira
En Válvula de escape.

sábado, 4 de febrero de 2012

La marcha de los hijos



No son más fuertes, ni aparentan mucho, a menudo sus casas no son muy grandes y si las tienen sus pensamientos y mentes están en otra parte, ríen, disfrutan y cantan pero no viven para sí mismos, son más felices que el promedio y no se deslumbran por sus propios logros.

Sus antepasados taparon la boca de leones y prendieron fuego sobre el agua, hicieron que ejércitos mas grandes huyeran, vieron muertos levantarse, devolvieron lo que habían robado, emprendieron viajes sin equipaje, sobrevivieron al veneno de serpientes, y acostumbraron comer juntos.

Siguen vivos hoy, han nacido mas, están por allí, sirviendo desinteresadamente, todavía tiene la protección de Dios, todavía ríen y todavía comparten el pan, muchos están en la cárcel de países hostiles o arriesgando su vida en las misiones, otros peleando la pelea por sus familia y guiando a sus hijos, su principal necesidad no es ser relevantes a la cultura, no están tratando de ser conocidos, no devuelven mal por mal y cuando dicen algo: es cierto. Son verdaderamente revolucionarios y seguidores radicales de Jesús no de sus propias colas.

No van tras personajes con carisma, su trato es con Jesús, es a El a quien siguen. No son visitantes ni curiosos, no son parientes ni simpatizantes, no son teólogos ni filósofos, son hijos y están marchando entre la gente. Sudan, lloran, caminan y van al baño. Son de carne y hueso, son seguidores de Jesús, tan humanos como redimidos, pecadores perdonados, existen de verdad, no quiero conformarme con saber que existen, ni con elogiarlos o verlos pasar, mi deseo es marchar y ser contado como uno de ellos.

Por Carlos Javier Sivira
en Válvula de escape