lunes, 26 de marzo de 2012

Comienza a llover


Cada vez que el cielo se oscurece, que las nubes se vuelven grises, cuando el viento comienza a soplar con más fuerzas y aparecen en el firmamento relámpagos y truenos retumban, la lluvia suele ser inminente. Aun si las gotas no han caído, puede decirse que la lluvia ya comenzó, todo el proceso terminara con eso, gotas cayendo, un caudal de lluvia.

Jesús andaba un día haciendo un recorrido largo y paso por una ciudad en la que los de la suya no eran bien vistos, se sentó en un pozo y cuando una mujer de aquel lugar fue a buscar agua, El le pidió; comenzando así una conversación que termino con Jesús ofreciéndole agua de vida y dejándole saber que El era el mesías que el mundo estaba esperando, la mujer se fue y los discípulos llegaron.

Extrañados de que hablara con una mujer de Samaria sus discípulos tenían curiosidad, pero no le preguntaron nada. La mujer seguía caminando y de pronto se perdió en el paisaje del lugar, parece que ya había pasado la hora de comer porque los discípulos le pidieron a Jesús que comiera algo, pero el tenia su pensamiento en otra cosa, mientras ellos pensaban en pan el estaba pensando en campos listos para la cosecha, cuando ellos estaban sirviendo la mesa él seguía hablándoles de la siembra, y de los frutos.

Con la boca llena escucharon a Jesús decirles que su comida era hacer la voluntad de Dios. Ellos venían de buscar comida, el acababa de alimentar a un pueblo con sus palabras aunque a simple vista nadie lo notaba y mientras esta escena ocurría junto al pozo, La mujer que había conversado con Jesús, estaba en el pueblo contándoles a todos.

Jesús había hablado y sabia que el resultado de sus palabras ya estaba teniendo lugar, es por eso que aunque solo atravesaban Samaria para ir a otra parte, pronto los samaritanos querían escucharle y le pidieron que se quedara, su pase por Samaria se convirtió en dos días compartiendo con los samaritanos, muchos de los cuales creyeron en El. Su palabra no vuelve vacía.

Habla su palabra, aun si las gotas no han caído, puede decirse que la lluvia ya comenzó

Por Carlos Javier Sivira
en Válvula de escape