La vida es terriblemente cómica lo que pasa es que algunos tienen poco sentido del humor. Por ejemplo cuando niños nos metemos el dedo a la nariz, aprendemos a caminar entre tropiezos y golpes, nos caemos, nos llevamos los pies a la boca y preferimos jugar a comer, hacemos reír a desconocidos y vamos por la vida haciendo un sin fin de cosas que al crecer jamás repetiremos, de niños despertamos los sentimientos mas tiernos de nuestros padres, tías, hermanos, abuelos, visitas inoportunas y vecinos chismosos por igual, la vida parece ser algo sumamente libre y al parecer hagamos lo que hagamos siempre alguien saldrá en nuestra defensa. ¿Quien no rompió el florero de la abuela o una tía, o le piso la cola al gato sin mayor contratiempo que una escaramuza?
Cuando crecemos comienza la cosa a cambiar, llevarse el dedo a la nariz ya no es gracioso sino mala educación, también nos cambia el publico, ahora vemos menos a los abuelos pero en cambio observamos mas a la vecina que también esta creciendo, preferimos estar detrás de la persona que nos gusta que jugar y comer, seguimos haciendo cosas que no repetiremos de adultos pero para entonces no por falta de ganas o incapacidad sino por falta de cómplices, tiempo o por aquello que todos convenimos en llamar sentido común. En estos años ¿Quien no deseo llegar a los 18 para finalmente hacer lo que le viniera en gana?
Cumplimos 18 y salvo algunas excepciones no tenemos suficientes recursos para mudarnos aparte, de manera que eso de hacer lo que nos venga en gana esta limitado por los padres, los hermanos mayores, la universidad, el sentido común y si! ocasionalmente la muchacha que nos gustaba hace unos años. Hacer reír a los demás por lo general ya no es prioritario, ni natural, reímos con un grupo mas reducido y somos mas analíticos y selectivos, sacamos a algunos de nuestra lista de amigos y nos quedamos con los mas selectos con ellos estudiamos, paseamos, vamos a la fiesta, el cine o a ninguna parte a tomar un café, en esta etapa nos establecemos y conocemos un poco mejor y sin embargo soñamos con un pie en la realidad, y el otro por ahí. La vida va tomando forma y sin embargo hay cosas muy cómicas como por ejemplo la profesora de contabilidad que se cae para ambos lados de la cama o la vecina de enfrente que encontraron en el parque con poca luz y cuya secreta actividad seria divulgada mas tarde por su progenitora a viva voz y en forma desesperada desde el patio de su casa (en Latinoamérica las casas tienen patios y la gente suele tener tiempo para ir allí)
Cuando por fin tenemos lo suficiente para empezar nuestra vida en forma independiente nos mudamos y nos hacen falta nuestros padres, cuando se supone somos mas independientes extrañamos a nuestra gente (Mas aun si cambiamos de país) y los llamamos para pedir consejo, oración, apoyo psicológico o un préstamo. Ahora pasamos los 18 hace rato pero solo hacemos lo que nos da la gana cuando contamos con la aprobación de nuestra esposa, hijos, jefe, empleados, leyes, uniones (sindicatos), vecinos, asociación, la ciudad, el contador, abogado, la administradora del reparto, nuestro perro o el dichoso sentido común.
Insisto: La vida es cómica lo que pasa es que algunos no tienen sentido del humor...
Y por cierto que buena es la vida!! No la cambiaria ni por la del ingles que subasto la suya el fin de semana en ebay.
Hasta la próxima semana!
lunes, 16 de junio de 2008
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