Por mucho
que veamos siempre veremos solo una parte de la historia no importa si el
oculista dijo que somos 20/20, o que tan cerca estamos de los hechos para
emitir un juicio, siempre, absolutamente siempre solo veremos una parte de la
historia.
Pensando en
la semana santa puedo imaginar a los discípulos, enmudecidos y sin terminar de procesar
lo que sus ojos habían visto, los verdugos que pensaron que habían terminado
con el problema y Jesús que como siempre seguía hablando con su Padre todo el
tiempo.
Ese día de
la crucifixión parecía que había un grupo que claramente era ganador y otro
todo lo contrario, los verdugos tenían la aprobación de la multitud, el
respaldo de las autoridades y látigos en las manos, algunos de los que auparon
el homicidio de Jesús lo venían planeando por algún tiempo, allí estaban probablemente
los que querían apedrear a una mujer sorprendida en adulterio y habían tenido
que irse avergonzados poco a poco cuando Jesús le perdono la vida a la mujer,
estaba tal vez el dueño de los cerdos que habían muerto luego de que Jesús
liberara a un hombre de una legión de espíritus y estos terminaran en los
cerdos y así sucesivamente, todos lo que no habían podido contradecir a Jesús
ridiculizarlo o encontrarle fallas estaban allí, gritando sandeces sin entender
bien lo que estaba pasando aquella tarde.
Después de
que algunos amarraran sus manos, le escupieran y le atravesaran a martillazos; levantaron
la cruz y casi puedo imaginar a algunos de estos aplaudir y vitorear… quienes
le daban latigazos debieron haberse sentido muy poderosos, pues estaban
produciendo severo dolor al que hasta el momento había sido la persona mas
maravillosa impactante, amorosa y perfecta de toda la historia, imagino que una
mezcla de orgullo con envidia, con ira y estupidez debieron llenar aquellos
brazos que una y otra vez infligían dolor al Mesías, pensarían torpemente “si
el es todo lo grande que es nosotros debemos ser mayores porque estamos
terminando con su vida cómodamente y con todas las de la ley...”
Seguían
pasando minutos y el calvario literalmente continuaba. Los verdugos se
sintieron entonces
poderosos y satisfechos, era otro circo, otra crucifixión otra persona a la que
destruyan.
En la acera
de enfrente, Bartimeo el hombre al que Jesús hizo ver, Lázaro el amigo de Jesús
que provoco sus lagrimas al morir y a quien Jesús le devolvió la vida con las
palabras "Lázaro ven fuera", El oficial cuyo hijo fue sanado a
distancia por las palabras de Jesús, la mujer que paso toda la vida con la menstruación
y a la que Jesús sano, los pescadores convertidos en discípulos, Juan el discípulo
amado, todos estaban allí, María quien le había visto nacer, sus demás hijos el
paralítico que había sido puesto ante Jesús a través de un techo roto, caminaba
de un lado al otro tratando de ver si Jesús se bajaba de la cruz, el niño al
que Jesús le había multiplicado su almuerzo para alimentar una multitud, Pedro,
Juan, cada uno de los discípulos, ellos no daban crédito a lo que sus ojos veían,
aunque Jesús se los había advertido, la crisis y la oscuridad de esa hora había
venido muy pronto, con muy poca tranquilidad, su mundo estaba siendo sacudido,
Muchos de
ellos tenían miedo, Pedro ya había negado que el fuese uno de sus seguidores,
se preguntaban tal vez que pasaría con ellos, su fortaleza y seguridad había
sido Jesús y ahora el estaba allí esperando morir de la manera mas tortuosa...
Cada uno de
ellos, los que se sentían ganadores y los que no entendían como habían perdido lo
que mas amaban estaban allí y por más que hubiesen querido no alcanzaban a ver
el cuadro completo, podríamos agregar la participación de demonios que habían
influido en alterar los ánimos y hacer que los mas tontos se ensañaran, ellos
en sentido figurado vociferaban en los oídos de los verdugos y de los
seguidores de Jesús, fueron horas espantosas… y finalmente: Jesús
Jesús el
creador de los cielos, la tierra y el árbol del que sacaron la madera para
crucificarle, el seguía en oración y soltaba las palabras "Padre perdónalos
porque no saben lo que hacen" un poco mas tarde exclamo a gran voz
"Consumado es" o sea: "Se acabo, lo logre, termine la tarea,
todo esta hecho, termine mi trabajo" solo allí entrego el espíritu y
expiro comenzando una conmoción de la que nadie escapo, el velo del templo
rasgado, un gran terremoto, un eclipse que lleno la tierra de oscuridad y
algunos muertos que resucitaron. Tres días después Jesús salio de la tumba,
vivo, caminando y glorificado
Su gracia
es tan incompresiblemente grande que hizo lo que hizo para que verdugos,
tontos, seguidores y curiosos alcanzaran salvación.
Solo vemos
una parte de la historia, Jesús la sigue escribiendo imperturbable, compasivo y
lleno de amor.
Considerarse
ganador o perdedor es irrelevante, seguir a Jesús resucitado es lo realmente
importante,
recibir su perdón y gracia,
Gracias por
compartir estas dos horas de Semana Santa junto a ESM#1, Jesús hizo lo que hizo
no para que tuvieras días libres y una religión, lo hizo para salvarte. Seguirle
es nuestra respuesta natural y para hacerlo necesitamos un corazón abierto y
una mente que en lugar de excusas, razonamiento y pretextos, voluntariamente se
sujete a su liderazgo