La motivación era perfecta, ganar puntos para el examen de ingreso a la universidad, el plan parece que por un tiempo funciono porque estos treinta jóvenes quedaron dentro de los 100 primeros, lo malo es que el método que emplearon aunque creativo fue muy poco honesto.
Durante el ultimo mes del año pasado unas 50.000 personas estuvieron preparándose, entrenando, corriendo, haciendo dieta y manteniendo la forma para la llegada del gran dia, algunos probablemente solo con la intención de divertirse o entretenerse, pero otros sencillamente buscando ganar los puntos para el examen de admisión de la universidad. Mientras algunos cuidaban su alimentación y horas de sueño, otros utilizaron los últimos días del año para planearlo todo, incluyendo el uso de dobles, o autobuses… llego el 2 de enero y con el disparo inicial todos comenzaron a correr la carrera, con el bullicio y la multitud, algunos se perdieron de vista, hicieron una especie de carrera de relevo, o sencillamente escaparon sin dejar rastro, para volver a aparecer cuando venia el momento de ganar, y asi lo hicieron, solo que por alguna razón comenzaron las sopechas que llevaron a los organizadores a descalificar a este grupo poco después.
Si pensamos que la vida es una carrera encontramos toda clase de corredores, están los que dia a adia piensan en ganar, en llegar a la meta en terminar en una posicion honrosa y para ellos la disciplina y el sacrificio son el pan de cada dia, hay quienes parecen correr solo por diversión, están allí solo para decir que participaron, asi que toman cualquier decisión a la ligera y usualmente no termina en posiciones muy relevantes y están los que hacen trampa, los que quieren la admiración y el trofeo, pero buscaran cualquier forma de evitar la responsabilidad.
Hoy puedes vivir con el lema de ganar a toda costa pero eso significa poner todo tu empeño en ganarte a ti mismo una y otra vez, hacer lo que debes y no lo que sientes o prefieres, descansar en la ayuda divina cuando las fuerzas parecen haber desaparecido y poder ir a la cama tal vez cansado pero en paz, experimentar como aquel ciudadano romano la satisfacción de decir sin mentir “He peleado la buena batalla, he terminado la carrera, me he mantenido en la fe”
Gana a toda costa! Mantente en la fe.
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