El estaba allí el día de tu nacimiento, y
cuando tuviste fiebre por primera vez, cuando tus padres se emocionaban
mirándote en la cuna y cuando diste tu primer paso, en la foto familiar
mientras la tomaban y también un poco después el día que la tropezaste y cayó
al suelo.
Tu mama te cargaba y te miraba agradecida a
Dios por ti, tu papa te cargaba y sonreía solo de agradecimiento a Dios, Tu
mama estaba pendiente de alimentarte, tu papa de protegerte, Dios los veía a
ambos mientras se encargaba con paciencia de que su inexperiencia no te causara
daños, cuando hacías algo gracioso él llamaba su atención para que ellos
también lo disfrutaran, cuando le diste un dolor de cabeza a tu papa, El
también estuvo allí, le hablo a tu papa y lo calmó.
Cuando saliste corriendo sin que nadie
alcanzara a detenerte, el detuvo el otro vehículo, Dios estuvo allí cuando
creciste y comenzaste a tomar tus propias decisiones, estuvo allí incluso
cuando rehusaste pedirle su opinión, siguió allí cuando las cosas no salieron
bien, cuando pasaste por la lluvia y el mundo parecía inundarse, el te siguió
paso a paso, ocasionalmente levantándote, otras sosteniéndote, todo el tiempo
amándote.
Dios te ha estado persiguiendo, tiene todo
el derecho de hacerlo porque al fin y al cabo eres obra de sus manos. Ayer
cuando en algún momento pensaste que nadie estaba junto a ti y esta tarde
cuando le diste gracias por su amor. Dios ha seguido allí sin días libres,
vacaciones o siestas, cada día tiene sus ojos sobre ti, cada día tiene su mano
de misericordia, cada día sigue allí sin parar, no puedes cambiarlo, no puedes
evitarlo, no puedes esconderte, pero afortunadamente puedes hablarle,
escucharle y seguirle. Dios te ha estado persiguiendo ¡Qué bueno saberlo!
Por Carlos Javier Sivira
Por Carlos Javier Sivira
2 comentarios:
muy lindo :) se me cayeron algunas lagrimitas :)
vaya que amor y que misericordia de Dios...Dios ha estado siempre alli que felicidad !!!
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